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martes, 21 de junio de 2011

Salario en Entidades No Lucrativas


Hace unos días una amiga me comentó que se había indignado al conocer el salario de un trabajador de una ONG. Este trabajador cobra unos 2.200€. Este comentario de mi amiga me ha llevado a plantear este post como un intercambio argumental sobre los salarios en las entidades no lucrativas.
He hecho una búsqueda por internet y no hay muchas aclaraciones al respecto, ya sea porque las  fuentes eran  antiguas (de hace más de 10 años) o porque eran fuentes de baja credibilidad.
Conviene aclarar aquí que no hay convenios de entidades no lucrativas o del Tercer Sector en general, aunque sí de determinas entidades. Un ejemplo de ello son las entidades de acción e intervención social (Resolución del 5 de junio de 2007 de la Dirección General de Trabajo).
En los casos en los que no hay convenio de ninguna clase se acaba recurriendo al convenio de la clase laboral a la que corresponda el puesto, siendo el más utilizado el Convenio de Oficinas y Despachos.

¿Dónde está el límite salarial? Y ¿el mínimo?

El planteamiento más lineal es que “es hipócrita tener un salario elevado cuando pretendes acabar con la pobreza” (léase pobreza, marginación, violencia, etc.). Otro argumento en contra de los sueldos altos en las entidades no lucrativas es el relacionado con los recursos limitados con los que trabajan. En relación a este se plantea que si las personas hacen aportaciones a las ONG es para que se cumpla el fin, no para que los trabajadores vivan a cuerpo de rey.
Frente a estos argumentos se sitúan los pro-sueldos dignos. Por un lado, suponen un ejemplo salarial para el resto de entidades privadas. Por otro, el funcionamiento de la entidad será más racional, eficiente y eficaz en la medida que cuente con trabajadores más motivados y dedicados a la labor. Otro argumento en defensa de los salarios decentes es el hecho que un trabajador repercute más su salario en el fin de la entidad (por ejemplo, un comercial capaz de conseguir un donante privado importante a través de la responsabilidad social corporativa).
No podemos dejar de comentar que en muchas ocasiones aunque los salarios sean “altos” están muy alejados de los que se cobraría en las empresas privadas porque el trabajador prefiere menos salario a cambio de un fin social.

3 comentarios:

Consuela dijo...

Muy interesante tema de debate, y desde luego, interesantísimo el blog.

En mi humilde opinión, creo que de los argumentos que se plantean, hay uno que está por encima del resto, y es la reivindicación de sueldos dignos. Llamadme reduccionista, pero para mí está claro, esa premisa debería prevalecer siempre, independientemente del tipo de trabajo del que hablemos.
Si entendemos que cualquier trabajador merece un sueldo "decente" (considerando este término como algo a mitad camino entre los sueldos "indignos" a los que estamos acostumbrados, y esos otros sueldos, "indecentes" precisamente en el otro extremo) ¿por qué no iba a merecerlo un trabajador de una Entidad No Lucrativa? No veo porqué este tipo de labor debería remunerarse de forma menos digna que la de un panadero, el director de un banco, un cajero de un centro comercial, o un investigador en ecología evolutiva de macroinvertebrados terrestres. Y no creo que sea cuestión de comparar, sino de tratar cada caso independientemente e intentar regular cada uno de la mejor manera. El caso es que hay demasiados factores que influyen en la determinación de hasta qué punto se considera un sueldo "digno" y cuándo pasamos el umbral de la "indecencia", sobre todo para un puesto que se supone trabaja por causas altruistas.
La clave sería regular estos máximos, claro, y el cómo hacerlo... ni idea, yo sólo sé de bichos y plantas.

jupeso1 dijo...

Gracias por el comentario Consuela.
Totalmente de acuerdo con lo que planteas sobre regular cada uno de la mejor manera y no comparar y más cuando en casos como estos se entremezclan las laborales laborales con la forma de recaudar ingresos de las entidades sin ánimo de lucro.
Por otro lado, sobre la regulación de máximos juegan muchas variables, porque el mismo puesto en diferentes entidades puede tener mayores responsabilidades. Tal vez, una solución a este respecto serían los códigos éticos (para todas las entidades) y la transparencia en hacerlos públicos para no crear la sensación de oscurantismo y mala imagen sobre "la barbaridad que cobra un trabajador de una ONG".
Es evidente que detrás de un código ético están los miembros de una organización pero en el momento en el que se diese a conocer en las memorias anuales, por ejemplo, el salario "indecente" del trabajador de una organización el socio o donante tendría más argumentos para decantarse por una entidad u otra.

Consuela dijo...

Bueno, la solución debe de estar en algún sitio, aunque yo lo único que sé es que al parecer en Google no la vamos a encontrar, y os insto a comprobarlo:

Escribid en Google "trabajo digno" y clicad en "voy a tener suerte". Ya veréis, ¡probad probad!